Estos fabricantes representan a la gran mayoría de las empresas de construcción metálica. Son empresas de tamaño medio y están organizadas por departamentos: administración, ventas, compras, oficina de proyectos, producción, etc. En ocasiones, la oficina de diseño y la producción pueden estar agrupadas en un mismo departamento, de modo que las personas que diseñan son también las que producen en el taller.
Las competencias de estas empresas son variadas. Aunque algunas de ellas controlan los proyectos de la A a la Z, otras subcontratan ciertas competencias como el modelado (oficinas de diseño externas), o ciertas partes de la fabricación como el galvanizado, la pintura o determinadas piezas a centros de servicio, de ahí la necesidad de un software de gestión de la producción con capacidad para gestionar la subcontratación. Otros, en cambio, completan su oferta de construcciones metálicas con el revestimiento, la entrega con flotas de camiones propias o el montaje in situ, para controlar mejor la cadena de valor y diversificar su actividad.
Estas empresas fabrican edificios de tamaño medio para sus clientes finales y, por lo general, no trabajan para contratistas generales, lo que reduce ligeramente la presión de los plazos de entrega.
Una vez que las oficinas de ingeniería han tenido en cuenta las limitaciones relativas a las luces y el entorno de los edificios, éstos suelen ser bastante sencillos de modelizar. A veces incluyen algunos elementos normalizados, como las cerchas que componen el armazón, aunque la gran mayoría de las piezas no están normalizadas. El énfasis se pone en la practicidad y la eficiencia, aunque los edificios comerciales también tienen en cuenta consideraciones estéticas.
La naturaleza de los edificios depende de los requisitos de las normas asociadas: un edificio que albergue ganado no tendrá las mismas normas que uno que albergue al público. Para este último, por tanto, es necesario establecer procesos de gestión de la trazabilidad para poder acceder a determinados proyectos.
Este tipo de estructura se compone de perfiles, ángulos, tubos redondos y cuadrados, planos y chapas.
Estos constructores fabrican edificios bastante sencillos de construir y con márgenes bajos, lo que significa que necesitan generar grandes volúmenes para obtener beneficios. En este sentido, la optimización del taller de fabricación es crucial para ellos.
En primer lugar, hay que optimizar el vínculo con la oficina de diseño. La construcción metálica tiene la particularidad de estar compuesta por muy pocas piezas normalizadas. Por lo tanto, es crucial recuperar toda la información posible sobre los elementos que se van a fabricar a partir del software de modelización, para evitar dobles entradas innecesarias que a veces conducen a errores humanos.
Los elementos importados en el software de gestión de la producción pueden comprobarse automáticamente para garantizar que no haya piezas que no sean viables (en términos de capacidad del taller) o que no cumplan los requisitos de producción.
En segundo lugar, los fabricantes deben optimizar el uso del acero organizando metódicamente su gestión de stocks y compras: comprando lo suficiente para hacer economías de escala al comprar y asegurándose de que disponen de las existencias que necesitan para la producción del día, al tiempo que se aseguran de que estos activos fijos no les cuestan demasiado dinero ni ocupan demasiado espacio en sus centros de producción.
Además, hay que optimizar el uso de las materias primas con algoritmos de anidamiento de barras y anidamiento de chapas para que se desperdicie el menor material posible, sobre todo teniendo en cuenta el precio del acero, al alza e imprevisible en los últimos años.
Además, el proceso ( corte con sierra, taladrado, punzonado, fresado, cizallado, marcado, scribing, etc.) debe automatizarse con máquinas fiables de control numérico y controlarse con software de gestión de la producción para garantizar una programación fluida, avanzada, sin errores y un seguimiento automático del progreso.
Aunque siguen siendo muy importantes en el proceso de fabricación, las estaciones manuales de punzonado, soldadura y pintura son menos cruciales de optimizar. Los ensamblajes no son muy complejos en comparación con otros tipos de estructuras, por lo que no requieren un alto nivel de destreza por parte de los soldadores. Por otro lado, en estos puestos de trabajo pueden utilizarse tabletas para evitar desplazamientos para distribuir órdenes de trabajo, facilitar la producción mediante la visualización de los ensamblajes en 3D o facilitar la recopilación de información para el seguimiento de la producción.
También pueden instalarse robots de soldadura en el taller para apoyar el trabajo de los soldadores.
La gestión de los envíos es importante porque un error de carga o un descuido pueden costar mucho dinero, sobre todo si el lugar de montaje está lejos del de producción.
Por último, el software de gestión de la producción debe ser capaz de mostrar diversos indicadores de rendimiento para que los fabricantes puedan comprobar la rentabilidad de su taller, empleados, proyectos, etc. durante periodos definidos.