Están hechas de barras, chapas y ángulos metálicos. Las normas pueden ser más flexibles para los edificios agrícolas hasta muy exigentes para los edificios comerciales (trazabilidad rigurosa, mecanización autorizada, etc.). La empresa se fabrica con algunas piezas en stock, pero principalmente con piezas que se encargan bajo demanda. Las revisiones son frecuentes y hay que gestionarlas. Para optimizar el uso del acero, es necesario el almacenamiento de barras y la optimización del corte de chapa, así como la gestión de los recortes para utilizarlos en futuras piezas a producir. Los montajes son numerosos, por lo que se necesitan estaciones de soldadura que deben optimizarse para evitar cuellos de botella. Por ejemplo, todas las piezas de un mismo conjunto deben llegar a la estación de montaje al mismo tiempo, aunque provengan de una máquina de diferente rendimiento. Las operaciones de mecanizado son muy diversas: aserrado, taladrado, punzonado, fresado, cizallado, marcado, trazado, etc. El tratamiento más común es la pintura, pero a veces es necesario el galvanizado. La optimización del transporte a los centros, gracias al módulo de gestión logística, es un punto crucial para optimizar los costes.