Están hechas de vigas, placas y ángulos, pero también de PRS (secciones compuestas soldadas) para puentes, por ejemplo. Las normas de este tipo de negocio son muy exigentes y, por tanto, requieren un control preciso y fiable del material y del proceso de producción. La gestión de las existencias debe ser muy rigurosa, ya que el más mínimo error puede acarrear costes considerables, dado el tamaño de los perfiles que hay que pedir. Además, las piezas necesarias son más raras, por lo que hay que anticipar los pedidos para evitar retrasos en la producción, gracias al módulo de gestión de compras. Las operaciones de mecanizado son complejas y variadas: son las mismas que para la fabricación de edificios, a las que hay que añadir el corte de chapas muy gruesas, el curvado de perfiles muy largos y voluminosos que también requerirán operaciones de taladrado, el corte y la soldadura de chapas voluminosas que constituirán el SPR, el fresado de perfiles y chapas para preparar las operaciones de soldadura, etc. Las operaciones de soldadura suelen ser exigentes y requieren personal cualificado y certificado. El punzonado suele estar prohibido para este tipo de trabajos porque es una operación de mecanizado que debilita el material y las normas no lo permiten. Todos los proyectos son únicos y no existe una estandarización para este tipo de trabajo. Los tratamientos suelen ser la pintura y, más raramente, el galvanizado. Las cargas son complejas de gestionar, ya que los productos suelen ser voluminosos y requieren una organización especial para su entrega, como convoyes especiales.